La importancia de la trazabilidad en los productos

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Si te mueves en un entorno empresarial o estás empezando a aprender sobre comercio electrónico, seguramente habrás escuchado la palabra «trazabilidad». Es un término muy utilizando dentro de la industria alimentaria y de toda aquella que fabrica productos destinados al consumo humano y animal. No es de extrañar que cada vez más se escuche la palabra, ya que la exigencia del consumidor (y del mercado) va en aumento y eso significa ser más transparentes.

En este artículo explicaremos detalladamente que es la trazabilidad, sus tipos y aplicaciones. ¡Vamos a ello!

¿Qué es la trazabilidad de un producto?

Es el término que se utiliza para definir la composición exacta de un producto. Todo ello incluye:

  • La composición
  • La procedencia del mismo
  • Los procesos de transformación
  • El destino final de distribución

Conocer de manera detallada todos estos puntos es importante para muchas industrias, especialmente la alimentaria. De hecho, esta es una de las más reguladas y la trazabilidad es obligatoria por imperativo legal europeo. Por ejemplo, ante una intoxicación alimentaria, la trazabilidad permite saber qué elementos químicos contiene el producto final, en qué momento se fabricó y qué procesos se utilizaron. Además, permite a los responsables de la cadena de suministro localizar el lote al que corresponde para poderlo retirar del mercado lo antes posible.

Para poder lograr una trazabilidad exhaustiva, es imprescindible mecanizar y digitalizar todos y cada uno de los procesos de obtención, manipulación y transporte del producto.

Para lograrlo, es imprescindible utilizar un software de gestión que disponga de un módulo de trazabilidad. Por ejemplo, Sage 50 es un programa de gestión para pequeñas empresas que dispone del módulo específico para ello. De esta manera, una pyme puede gestionar la trazabilidad de su producto a un coste muy competitivo.

Tipos de trazabilidad de producto

Existen tres tipos de trazabilidad que dependen del tipo de producto y su proceso de fabricación o producción. Para entender mejor cada concepto, el ejemplo utilizado es el de una empresa productora de leche.

1. Trazabilidad interna o de procesos

Utilizada para controlar los procesos de transformación del producto que realiza la empresa de manera interna. Por ejemplo, una marca de leche deberá parametrizar todos los detalles que forman parte del proceso de manipulación; método de extracción de leche, aditivos utilizados, temperaturas y tiempos de cocción, etcétera. Cuando existe una transformación de producto (alteración o mezcla de la materia prima, la trazabilidad interna es la que regula todos estos procesos.

trazabilidad ascendente
Foto de Mehrshad Rajabi en Unsplash

2. Trazabilidad ascendente o hacia atrás

Hace referencia al origen del producto o de la materia prima. En nuestro caso, la trazabilidad ascendente contemplaría aspectos como el origen de la vaca, el lugar de pasto, tipo de alimentación, vacunas o tratamientos que recibe entre otros aspectos. La trazabilidad hacia atrás nos permite disponer de toda la información del producto que recibe la planta de transformación y envasado.

trazabilidad interna
Foto de Mehrshad Rajabi en Unsplash

3. Trazabilidad descendente o hacia delante

En este caso, se recogen todos los datos relacionados con el destino del producto; cliente, almacén y fecha de salida, condiciones de envío, tipo de transporte, tiempo, temperatura en la cámara, lote de origen, caducidad, etcétera. La trazabilidad hacia delante permite saber a qué cliente se la ha entregado el producto.

trazabilidad descendente
Foto de Elevate en Unsplash

La tecnología y la trazabilidad van de la mano

Mantener una trazabilidad completa es un ejercicio de rigurosidad y transparencia que requiere de mucha organización y de una tecnología adecuada. Cada vez más son mayores los sectores que necesitan controlar al detalle la transformación de sus productos. Para hacerlo, existen múltiples herramientas en el mercado que facilitan la tarea. Veamos algunos ejemplos aplicables…

  • Robots, sensores y tecnologías inalámbricas como el NFC o los códigos de barras de alta densidad facilitan el proceso de escaneado de los lotes. Algo muy útil y que permite minimizar errores en la industria logística y aumentar de manera dramática su nivel de productividad y competitividad.
  • Dispositivos de seguimiento GPS, que cada vez aportan más información acerca de las rutas del producto: tiempo de conducción, condiciones de temperatura, descansos, control de apertura de puertas del camión, datos del tacógrafo digital, etc.
  • Software de gestión y análisis de datos, que combinando con las acciones manuales (entrada de datos) y las automáticas (sensores, escáneres y datos automáticos), arrojan una gran cantidad de información que luego puede ser utilizada para tomar decisiones. El análisis mediante herramientas como Ahora ERP, permiten al empresario controlar mejor su producción y aplicar cambios estratégicos de manera más segura y eficiente.

Ahora que ya conoces la importancia de la trazabilidad, si tu empresa debe cumplir con la directiva EC178/2002 te tocará implementar toda la tecnología necesaria para llevarla a cabo. ¡No olvides realizar una buena consultoría previa!

Si necesitas ayuda con tu software de gestión, no dudes en contactar con nuestro equipo de especialistas.

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